Introducción
Se nos metido una idea en el corazón, una idea que quizás inconscientemente se ha estado dando pero que ahora me gustaría invitarles a soñarlo y es que debemos trabajar aun más por la integración de la CVX en Latinoamérica, seguir desarrollando nuestras redes comunicacionales y aun más nuestro contacto como hermanos en la fe mas allá de nuestras fronteras.
Comenzaremos a trabajar por hacer vida este sueño cvxiano, por ello traemos en esta oportunidad una pequeña pero profunda entrevista con nuestro hermanito Mauricio López [cariñosamente conocido como Mau] de la CVX México, quien acaba de ser llamado a conformar el Equipo de Consultores del EXCO siendo además el único latino en esta instancia mundial.
Sin más preámbulos, con ustedes, Mau.
Presentación
Primero que nada agradezco las tantas muestras de cariño que han llegado en estos días, y sobre todo las oraciones que dan mucha fuerza a cada paso para tener el valor para entrar a este encargo de servicio que es muy privilegiado. Ha sido hermoso sentir una verdadera amistad de tantas personas en nuestra querida Latinoamérica, y lo mejor de todo es que son amistades de años atrás, por lo que se siente un verdadero empuje comunitario y una expresión muy bella de acompañarnos en este momento. Gracias a todos.
Mau, ¿Qué edad tienes?
En este momento tengo 30 años, aunque cumplo 31 este mismo viernes 29 de Agosto. Vaya manera de festejar. Recuerdo muy bien lo que decía Eder cuando cumplía los 30 años y lo profundo que fue dar un sentido muy simbólico al hecho de llegar a esa edad donde tantas cosas se despiertan y muchas más se confirman en lo profundo de la carne y sangre.
Parece que hablas muy bien el inglés.. ¿Cuántos idiomas hablas?
Hablo Inglés creo que de manera muy fluida. Tuve la oportunidad de vivir en los Estados Unidos en algunas épocas de mi vida donde pude combinar los estudios con el trabajo hombro a hombro con indocumentados latinoamericanos. De hecho tenía que hacer una buena parte de esos dignos trabajos de pintura, jardinería y otros para costear algunos gastos. Aunque claramente privilegiado pues yo lo hacía para hacer mis estudios y también para viajar y conocer el mundo, y la mayoría de mis compañeros tenían que trabajar para sostener a sus familias.
Hablo un poco de Italiano, la verdad es que no pude dedicarle demasiado tiempo a esto, pero lo comprendo bastante bien y lo hablo algo. Español… ese lo hablo lo mejor que puedo con mis Mexicanismos que ahora están mezclados con los Ecuatorianismos que aprendo cada día de mi esposa.
Háblanos un poco de tu situación personal actual en CVX:
Actualmente estoy en Distrito Federal, de hecho ha sido un regalo ya que es un sitio muy privilegiado de trabajo social y pastoral. Primero tuve algo de miedo de venir, sobre todo por lo que implica esta urbe de 25 millones de personas, donde todo avanza tan rápido y parece que no hay espacios para lo profundo, lo sagrado… lo interno. Otro temor era la ausencia de CVX en el DF. Es muy extraño ver cómo hay tantos grupos e instituciones ignacianas y jesuitas, y que por el ritmo de la misma ciudad poco se puede hacer de experiencias comunitarias como CVX.
Yo me sentí enviado por la CVX nacional a venir acá, pues era claramente un trabajo con la Compañía de Jesús que me retaba a poner mis capacidades personales y profesionales al servicio de realidades más desfavorables. Mucho me ayudó siempre tener un sentido de pertenencia al Cuerpo mayor de la CVX México, y debo decir que la única comunidad de CVX en Ciudad de México, que sigue en pie y con gran fuerza, me acogió de manera maravillosa. Es una comunidad de mujeres que vive muy intensamente su compromiso de vida. Magdalena Palencia anima esta comunidad, y ella misma ha dado un servicio de toda una vida a la CVX Nacional y Mundial desde sus inicios y hasta la fecha. Hicimos en conjunto una hermosa experiencia comunitaria y de trabajo que debo decir, y con todo respeto para mis experiencias previas, que ha sido la experiencia más profunda de comunidad pues nos hermanamos en verdadera fraternidad en medio de situaciones muy retadoras y hemos trabajado muchísimo en conjunto en un barrio muy conflictivo y marginado de la Ciudad de México. Se parece bastante al barrio donde trabajan todo lo de Huellas allá en Caracas donde está el Instituto Jesús Obrero.
Hoy en día hemos logrado cosas muy lindas. Hace tres años que estoy acompañando ejercicios en la vida ordinaria a personas del barrio, trabajadores, agentes de pastoral y otros, y ese ha sido un servicio claramente de CVX, ya que la misma Magdalena me ayuda con varios acompañamientos cada año y lo hacemos como apostolado CVX. Por otro lado hemos implementado el programa Magis CVX México con una participación de cerca de 23 personas que han vivido por más de dos años las fases de Cristología y Eclesiología, y he de decir que hemos tenido una maravillosa respuesta pues es gente también de condiciones sociales muy particulares que recibe con gran intensidad este programa. Al mismo tiempo hemos hecho un fuerte trabajo con el programa de liderazgo CVX, mismo que yo coordino en México, y que hemos logrado adaptar a la realidad nacional, pero sobre todo aquí en el mismo barrio tenemos también un grupo de más de 20 personas que van llevando el proceso y se van comprometiendo más. Creo que de estas experiencias estamos en la antesala, con la paciencia y respeto de cada proceso, de lanzar lo que tanto soñamos que son las pre-CVX con estas personas del barrio, agentes pastorales y sociales. Es un gran logro después de tantos años en los que no se han podido impulsar nuevas comunidades en Ciudad de México, y sobre todo en la intención de abrir CVX en otros contextos distintos.
Este es un esfuerzo claramente apoyado por CELAMEX que es la obra social de los Jesuitas donde trabajo, pero donde el impulso, coordinación y metodología, y sobre todo el espíritu, es claramente un trabajo de CVX Ciudad de México.
Me alegra sobre todo el saber con toda certeza que ser CVX no significa simplemente estar en la pequeña comunidad y no moverse de ahí, sino actuar conforme a nuestro carisma y estar abiertos a ir a otros sitios, y sobre todo pretendiendo ir a poner lo mejor de uno mismo al servicio de situaciones donde se necesite. Mucho discutimos sobre si estaba o no siendo congruente con CVX al irme a una Ciudad donde había poco de CVX como lo es el DF, y para mí siempre fue claro que mi discernimiento para ir a atender esa situación brotaba de mi carisma CVX, y sobre todo de lo que el programa Magis Latinoamérica dejó en mí. Así que fui adelante y la comunidad de México siempre me respaldó, y como dije antes, encontré la más linda experiencia comunitaria con la CVX de Magdalena. Sobre todo ver que somos tan similares aunque haya una diferencia de 40 años de edad y que los que nos une realmente es el carisma. Siempre tuve el respaldo comunitario local y nacional, y eso lo agradezco especialmente.
Debo decir que a mi esposa Ana Lucía la conocí en el Magis II, 3era. etapa. Ella trabajaba para SIGVOL en Quito, Ecuador, y bueno, qué más puedo decir del Magis si también me ha dejado conocer a la mujer que tanto amo y que ahora es cómplice de este caminar.
¿Que hay de tus inicios en este camino? háblanos un poco de cómo llegaste aquí.
En CVX a nivel colegio inicié los primeros acercamientos en 1995, es decir, hace unos 13 años. Era claramente una preCVX, pero desde ahí siempre me mantuve cercano a la comunidad, participé en varios espacios de formación, y creo que una participación más definitiva sucedió cuando ingresé a la Pastoral Universitaria de la Universidad Jesuita en León. Ahí inicié como estudiante coordinando y animando grupos de líderes universitarios ignacianos, mismos que al hacer una opción más firme después integraban las CVX universitarias. A partir de ahí en el año 2000 me involucré de lleno en la CVX, participé en una CVX universitaria más madura y coordine las CVX jóvenes en la ciudad.
Luego de ello llegó algo muy trascendental, la invitación al Magis, que ha sido el momento más medular en cuanto a vocación ignaciana y social que he vivido. Ahí conocí a los queridos hermanos de Venezuela Eder, Sarita, Simón, Zuly y tantos más. Pero sobre todo me tocó profundamente el conocer la realidad Latinoamericana, las opciones de tantas personas en Fe y Alegría, el trabajo de huellas, Universitarios en Misión, así como los trabajos de muchos otros países que me hicieron mirar mucho más allá de mi burbuja en la Universidad y mi trabajo docente y de acompañamiento. Ahí el abuelito Caravias nos removió a todos el corazón.
Con eso en el corazón fui asumiendo algunas responsabilidades en la CVX México, coordinando algunos procesos de formación, participando en los equipos y en el Consejo Nacional, así como impulsando mucho el trabajo de la colaboración con la Compañía de Jesús desde la secretaria Ejecutiva de la Red Apostólica Ignaciana, misma que he animado desde hace más de 4 años, y que acabo de concluir ahora que ha llegado esta invitación de la CVX mundial en el EXCO.
Posteriormente seguí participando en el Consejo Nacional de CVX México, en los procesos del Magis nacional, y luego me pidieron que asumiera la coordinación del programa de liderazgo CVX. Fui a Roma, donde me encontré con otro querido amigo de Venezuela el Maxi, y allá trabajamos muy bien. Regresé y en México hicimos toda una readaptación, traducción e implementación de ese material, y eso lo he ido coordinando desde entonces.
Hice mi compromiso permanente a inicios de este año. Yo sentía que era algo que ya estaba en mi corazón y que no necesitaba de los símbolos externos, pero en acompañamiento y ejercicios con hermanos de CVX me di cuenta que aunque lo interno ya estaba para mí, esto es una vocación comunitaria y ese símbolo es señal también de sencillez y petición de compañía y ayuda.
Asamblea Mundial
Abordemos la recién finalizada Asamblea de Fátima ¿Qué sentimiento te ha dejado?
Sobre todo me ha removido muchísimo el poner rostros concretos de hermanos y hermanas a las situaciones tan tremendas que se viven en países donde la pobreza es una verdadera tragedia, donde la guerra es una presencia latente, y donde incluso ser cristiano es un acto heroico de fe. Esto en los diversos continentes de nuestro mundo.
Me maravilla la fiesta de espiritualidad que significa el encuentro de genuinos hermanos en la vocación ignaciana de CVX, independientemente de nuestra diversidad cultural, social, etc.
Sobre todo siento también que algo muy fuerte sucedió en esta Asamblea, y es que se dio un paso del deseo y la claridad en el corazón, hacia un verdadero sentido de compromiso e impulso para un trabajo apostólico que hemos de construir todavía, pero que ya tiene una claridad de vocación mundial y ya se empiezan a ver algunos cómo bien concretos para ello. Eso necesariamente nos va a llevar a ser un verdadero Cuerpo Apostólico, haciendo lo que esté en nuestras manos con toda el alma, pero confiando pues va dependiendo de Dios.
¿Cuáles crees que son nuestras fortalezas como Comunidad Mundial y como Comunidad Latinoamericana?
Lo primero es una auténtica identificación con el estilo ignaciano y el seguimiento de Cristo. Mismo que es vivido de distintas maneras y con distinta intensidad, pero es claro que el centro de los Ejercicios Espirituales y una vocación al seguimiento de Cristo son lo más común y fundamental de nuestra opción.
Veo una gran fortaleza en el arrojo que vivimos como CVX, cada quien en sus distintos contextos, pero que se ve una valentía por vivir intensamente los valores del evangelio y ponerlos al servicio de la vida, aún en situaciones muy complejas. Admiro también la capacidad de ver más allá de nuestras diferencias, y no quedarnos en interpretaciones personales o grupales, en opciones políticas, ni siquiera en una manera única de hacer apostolado, sino que claramente se ve una apertura a la diversidad y logramos construir cimientos sólidos más allá de las mediaciones que pueden ser distintas… esto para mí es un genuino discernimiento, aunque no siempre es fácil y no siempre sucede.
A nivel América Latina veo especialmente la hermandad que es clara muestra del cariño y profundidad de nuestros encuentros, y sobre todo veo que los espacios compartidos como el Magis nos han hecho aún más hermanos. Veo una riqueza grande en la presencia de hermanos como Cuba que nos obligan a mirar también comprometidamente situaciones de mucha desigualdad, y aún en la opción de fe en ellos podemos ver el reto tan grande de poder expresar su vocación por el temor a ser privados de su libertad. Creo también que como América latina es evidente que compartimos situaciones culturales y eso nos ayuda a trabajar más articuladamente, además de la lengua común. Veo la riqueza de contar con Brasil, ya que con la diferencia de lengua también nos impulsa a ser más cuidadosos y respetuosos de las necesidades particulares, y eso nos permite mirarnos en una lógica más mundial que implica mucho de esta diversidad y el ser verdadero prójimo en la diversidad.
También he de decir que como Latinoamérica somos muy animados, muy apasionados, pero sinceramente nos falta secundar con más fuerza y constancia los impulsos del buen espíritu que constantemente recibimos y se siguen confirmando en cuestión de compartir formación, acciones apostólicas compartidas, y otras que están ahí pero nos falta dar algunos pasos en constancia.
¿Qué opinión o qué reflejo puedes dar de la participación de Latinoamérica en la Asamblea?
Creo que la nota de Latinoamérica siempre es de la pasión con la que se vive el ser CVX, y el vivir con alegría y mucha intensidad nuestra opción comunitaria. Otra nota puesta por nuestra comunidad es nuevamente la evidencia de cómo nos hemos hermanado más a partir de nuestros encuentros, y sin duda al valor del programa Magis. También fue notable el trabajo tan fuerte que hizo la comisión de formación que pronto presentará el nuevo documento, y que fue trabajado con la guía de la anterior integrante de Latinoamérica en el EXCO Ma. Carmen Mora, y un equipo muy comprometido de miembros de nuestra comunidad.
Creo que también se notó nuestra presencia en la apertura mostrada para compartir, el arrojo de nuestras opiniones, y sobre todo, y eso a mí me pone muy feliz, en una clara visión de compromiso social y de una sensibilidad con respecto a las necesidades más urgentes e injusticias de nuestro mundo. Claro que muchos de estos rasgos los compartimos también con las otras comunidades, pero sí se ve un especial sentido Latinoamericano con respecto a esto.
También nos hicimos notar por la pasión que ponemos en todo y que a veces nos complica ponernos de acuerdo en cosas más prácticas. Yo espero que esto que no es nuevo sea algo que podamos profundizar para poder secundar muchas de las excelentes intenciones que han brotado para nosotros en esta Asamblea Mundial.
Algunos nombre dentro del nuevo EXCO fueron realmente un batacazo pero ¿Qué se siente ser el único latino dentro del EXCO?
Creo que la experiencia de la Asamblea te pone tan fuertemente en una lógica de comunidad mundial, y sobre todo en este paso grande a ser Comunidad Apostólica, que en términos amplios no hay una diferenciación con respecto a la procedencia de los que integran el EXCO para los temas inspiradores de la CVX y cómo animarlos.
Y por otro lado en lo más explícito de lo regional sí siento una fuerte tarea, con un poco… a veces mucho… de miedo sobre lo que viene, pero a la vez me siento muy hermanado con tantas personas y comunidades de nuestra América Latina que me siento muy acompañado. He recibido tantas muestras y ofertas genuinas de ayuda que de alguna manera me siento más tranquilo, y sobre todo me ayuda a tener la claridad fundamental de este encargo: Es un papel de articulación, comunicación y animación. La ejecución siempre tiene que surgir como respuesta genuina y en gratuidad de las comunidades nacionales y personas concretas, como fruto de su propio discernimiento, y vaya que hay muchas invitaciones muy claras y fuertes en el documento final de Fátima.
Yo estaré muy cercano en la parte de comunicar y tratar de poner los medios necesarios que estén en mis manos, pero es clarísimo que es una responsabilidad regional compartida. Creo que a veces se espera mucho del EXCO link al no ver las responsabilidades y/o limitaciones de las propias comunidades nacionales, y por eso se decanta en él o ella mucho de lo que sólo puede brotar de la propia comunidad y el compromiso que se haga internamente. Desde ello yo espero apoyar mucho a que se tenga el documento de Fátima como guía inspiradora, como fuente de compromiso, pero queda claro que cada comunidad nacional reconoce sus propias necesidades y depende de su propia dinámica el entrar más en ello. Y por otro lado yo espero que las comunidades nacionales puedan expresar de manera muy explícita lo que les haga falta, ya que así será más fácil apoyar en el espacio del EXCO, y sobre todo aprovechar tantos recursos que tenemos en Latinoamerica que en muchas ocasiones creo que basta con expresarlo y pedirlo pues ya se tiene o el país vecino está dispuesto a apoyar al otro. Yo deseo tener una fuerte labor en esta parte de vinculación y canalización.
Conclusión
¿Recuerdas alguna anécdota de alguna Comunidad que hayas visitado?
La verdad es que me acuerdo del Magis frecuentemente y veo cómo de ser desconocidos nos convertimos en hermanos y hermanas de camino. No nos comunicamos tanto como antes y no nos hemos visto unos con otros, pero creo que la semilla que se nos puso en el corazón se ha quedad para siempre. Me acuerdo que Tony de Cuba y Eder se reían mucho de mí porque lloraba como la Magdalena cuando terminó el proceso del Magis, me acuerdo de las noches bohemias y las prohibiciones para que esas farras no fueran tan extensas pero que reflejaban esa pasión que poníamos en TODO… me acuerdo de verdad de amistades que trascendieron mi vida en todo.
Me acuerdo cómo llegué a Quito a SIGVOL y cuando entró Analucía, mi ahora esposa, se me caía la baba y todos se dieron cuenta y se pasaron molestando todo el Magis. Todos fueron grandes cómplices conmigo a partir de ese entonces para poder acercarme a ella.
Y me acuerdo mucho del Junquito en Caracas, sobre todo de cómo las nubes se cruzaban por el salón en medio de las charlas y el frío era tremendo. Pedro Trigo nos quitó el frío cuando nos llevó por el proceso de la Cristología de manera magistral, y cuando más animados nos tenía nos dijo: … Y bueno, hagan todo esto y verán que la cruz es lo que viene como consecuencia. Fue muy impresionante ese momento.
¿Qué proyectos o ideas se te presentan como reto en este nuevo período como Consultor del EXCO?
Este punto en realidad creo que es más fácil de lo que parece. Muchas veces se espera que alguien que asume un papel de animador deba responder a estas preguntas con respecto a nuevos proyectos, pero en este caso la situación está bastante resuelta a mi parecer. Los verdaderos proyectos y llamados están plasmados con mucha fuerza e inspiración en el documento final de Fátima, así que sería pretender mucho de mi parte poner un plan personal cuando está tan fuerte el espíritu en esta experiencia que nos refleja a todas y todos. Y luego también me parece que los proyectos no deben ser personales (si así fueran creo que estaría caminando en contra de nuestra claridad comunitaria), sino que brotan de nuestra comunidad de Latinoamérica, es decir, de lo que vayamos experimentando y discerniendo encontraremos los retos fuertes que hemos de compartir responsable y comprometidamente o realmente no caminaremos mucho hacia ese horizonte que considero más claro que nunca.
Claro que también veo los retos que hemos podido expresar todos como comunidad regional, y que tienen qué ver con una mejor coordinación de parte de los equipos nacionales para acompañarnos, apoyarnos e impulsar cosas nuevas juntos como Latinoamérica, el reto enorme de la comunicación para poder presentar tantos dones que se tienen en cada uno de nuestros países, el enorme reto de articularnos mejor y pensar en un pequeño plan común de trabajo regional, y el que tiene qué ver con impulsar fuertemente los programas de liderazgo, así como mantener, hacer crecer y animar el Magis Latinoamericano como el espacio de formación privilegiado de la región. En todo ello espero poder poner todo de mi parte para animar y facilitar su concreción.
Mau, muchas gracias por este tiempo que te has tomado para respondernos algunas preguntas, te deseamos mucho éxito en esta nueva etapa, recibe de parte de toda la CVX Latinoamericana el más grande de los abrazos de hermandad y que el Señor te acompañe junto a María e Ignacio en este servicio, hoy, mañana y siempre.
Publicado con autorización de CVX Venezuela
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