diciembre 16, 2008

Marielle, de Río a Quito…

QUERIDOS AMIGOS CVX

Soy de Río de Janeiro, abogada de formación, de una familia no tan típicamente Carioca. Mi papa es del norte del Estado de Río, a los cuales les llaman Fluminenses, creado en hacienda, pero que fue a Río hacer su vida académica y laboral , mi mama pese ser Carioca de nacimiento, fue creada en 2 ciudades pequeñas del Estado de Minas Gerais, pero más tarde su familia regresaría a Río para vivir. Allí estudió y se casó.

Los Cariocas son abiertos, receptivos, cosmopolitas, pero los mineros son más reservados, hogareños, de esos que invitan a la casa…Creo que vengo de esta mezcla de culturas. Tengo una hermana mayor a mi, Marcelle, que me dio dos sobrinas hermosas, que se llaman María Eduarda y Marianna.

Vivo en Quito hace 10 años y medio y trabajo hace 8 años en la Embajada del Brasil, el cargo es de Auxiliar Administrativo, función: secretariado en el despacho del Sr. Ministro Consejero y del Embajador, además de dedicarme a traducciones, relaciones públicas, eventos, etc.…

Lo que me trajo a Quito fue el servicio a la CVX y luego el amor, je, je, je …

En 1994 vine a Quito representando a la CVX Brasil, como Secretaria de la Mesa de Servicios Latinoamericana. Allí conocí al Presidente de la Mesa de Servicios Latinoamericana, que en el futuro vendría a ser mi querido esposo Paco Bonilla. En verdad, nunca había pensado en dejar el mar por las montañas, pues mi vida familiar, laboral, espiritual y apostólica estaba toda en Brasil.

Ingrese a la CVX en 1991, después de participar desde muy joven de los Encuentros Parroquiales de Jóvenes en Cristo y del Grupo OPA (Oración por el Arte), mi vida de fe fue tomando forma, se fue acercando más al Carisma Ignaciano. Mi Comunidad de origen, Beato Anchieta, era formada por jóvenes universitarios cuyo apostolado era el de las Congregaciones Marianas. Los fines de semana eran dedicados a la CVX, a las convivencias, a las reuniones, a los talleres, a las misiones en otras localidades donde estaban otras comunidades CVX y a, nuestro apostolado comunitario, dictar retiros de iniciación a los Ejercicios Espirituales a jóvenes de la periferia de la ciudad, en verdad, a jóvenes de toda clase social. Además, tenía mi apostolado personal como catequista en una Parroquia de la ciudad. Allí subíamos con mi hermana la Favela para dar clases a los niños. En verdad creíamos que dábamos clases, pero más recibíamos de ellos que dábamos algo a cambio…

La CVX Latinoamericana tiene muchos rasgos en común. Somos gente solidaria, abierta, que vive con un poquito más en un contexto de carencias y por las cuales uno no puede quedarse de brazos cruzados delante de tanta falencia humana, urgencia social, política y económica.

En Brasil la CVX está de norte a sur del país. Somos varias CVX en una sola, mucha mezcla cultural. Hay gente mayor y gente joven. Cada cual en sus distintos apostolados: en comunidades de base, en Parroquias, en la política, en el arte, en el medio académico, cercanos a los Colegios y Universidades Jesuitas, a los demás grupos de Carisma Ignaciano, a la Cia. de Jesús, muy activos en la Iglesia en general.

La CVX ha sido el origen de todo, de todo cambio generado en mi vida…Sin Dios, sin una vida de fe, sin la CVX, que ha sido mi familia espiritual, pues sin las herramientas ignacianas, la vida comunitaria y el abrirse al otro en un apostolado, seguramente yo no hubiera podido llegar hasta acá. Mi familia siempre me ha apoyado y nos hemos mantenido unidos, pese extrañarnos mucho y el peso de la distancia. Sin embargo, el simple hecho de haber conocido a Paquito en la CVX ha dado otro sentido a nuestras vidas y el mismo hecho de haber dado ese paso juntos, ha valido la pena ese cambio tan radical en mi vida.

Ha sido fácil vincularme a la CVX Ecuador por el simple hecho de estar al lado de Paquito, de gente buena, acogedora, por el hecho de haberlos conocido antes en el 1994. A la final, hablamos el mismo idioma, el idioma del servicio a los demás, de la entrega generosa y desinteresada. En CVX Ecuador fui Vocal de Formación en el CEN (2005-2007), guía de pre-CVX, coordinadora de CVX Betania.

Cuanto a la CVX Mundial y a los que están haciendo sus vidas lejos de su Patria…Mi sincero consejo es el de ver su vida reflejada en obras concretas de ayuda a los demás, el abrirse a Dios, a su infinita bondad, abrirse incondicionalmente al nuevo y a todo lo que eso representa con mucha humildad: entrega y apertura a las personas, a los nuevos espacios, a una nueva cultura, a una nueva ciudad, a una nueva forma de ver y vivir la vida. Mucho ayuda hacer un verdadero intercambio de experiencias en el nuevo país. Uno abriéndose al otro, construyendo su historia junto al otro diverso, se conoce más, cambia el horizonte, uno se enriquece, además de contribuir con una sociedad más justa, más fraterna, más humana y el hacer posible el Reino de Dios aquí y ahora.

1 comentario:

  1. FELICITACIONES a esta linda Pareja binacional, y que bonito testimonio de entrega y libertad por la misión y por el amor. Saludos EDU.

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