El segundo tema que hemos trabajado en Buenos Aires como parte del programa Magis fue la vinculación entre fe y política. El encargado de llevar el trabajo ha sido un jesuita argentino, Marcos Alemán, cuyo pelo blanco engaña su verdadera edad, pero que se compensa con la vitalidad y la alegría que nos demostró durante las charlas y en los espacios de integración. Alguien de la CVX Argentina lo definió como un poeta, debido a la mística y el espíritu crítico con que asume su compromiso con la gente más sencilla de Mendoza, con los sin techo, con las personas privadas de la libertad.
Partió distinguiendo la política partidista de la política social, a la que le dio una orientación hacia la participación desde el ser ciudadano y la responsabilidad sobre la forma y los criterios para tomar decisiones. Además de afrontar con claridad el componente crítico e incluso conflictivo que tiene la opción cristiana en este sentido; así como la relación con el poder bajo un enfoque del seguimiento de Jesucristo. En todo caso, el conflicto y el poder son efectos y medios que se relativizan ante el centro del mensaje cristiano: la construcción del Reino.
Este tema, que duró dos días, se dividió en varios subtemas específicos: lo que dice la Biblia de la política, la dimensión política de la fe, la dimensión mística de la política y la vinculación cultural. La base bibliográfica se compuso de textos de Leonardo Boff y Toni Catalá. Además, Marcos introducía o ambientaba cada reflexión con canciones que se acercaban de una u otra manera la temática tratada, lo que facilitó muchísimo a complementar en el plano sensible la reflexión intelectual que llevamos.
El cuestionamiento sobre la dimensión política y la opción por los pobres (Marcos la cambió a «con los pobres») caló de manera fuerte en varios y varias de nosotros. José Luís Caravias SJ contribuyó a esta profundización personal al comentar crítica y frontalmente la relativa comodidad con los que la CVX en Latinoamérica está viviendo este aspecto, que aún no nos permite tornar en frutos toda la riqueza que nuestra identidad ignaciana conlleva.
El estudio y la discusión, junto con el testimonio de cercanía y alegría con la gente sencilla de Marcos Alemán y la profundidad de la eucaristía con la que cerramos el tema, permitió que se quede en el aire la pregunta sobre como la CVX debe ir asumiendo este elemento fundamental de su misión. Confiamos que nuestro Tayta Dios nos permita, desde este programa MAGIS, seguir contribuyendo en la construcción de esta respuesta.
Danilo Barragán Galarza
Comunidad Íride – CVX Ecuador
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