septiembre 29, 2010

Carta de Sofía Montañez de su visita al Ecuador

Roma, septiembre de 2010
Sofía con Effetá en su visita a Guayaquil
Queridos amigos y amigas CVX Ecuador

Esta carta tiene como objeto mantener la bonita tradición cristiana iniciada por San Pablo, cada vez que Franklin y/o yo tenemos posibilidad de visitar una comunidad CVX les enviamos un mensaje recogiendo nuestras impresiones y comentarios sobre lo que vimos y oímos y así continuar haciendo palabra la experiencia de Dios en medio de nosotros.

Tengo que comenzar agradeciéndoles por la acogida que recibí en Quito, Guayaquil y Manta durante mi visita en agosto, donde confirmé mi cariño y respeto por la CVX Ecuador y por su país. 

Es realmente admirable el compromiso y testimonio CVX de muchos de sus miembros, eso es algo muy positivo y que vale la pena resaltar. Si el valor de una comunidad se establece por la calidad humana que la conforma, ustedes pueden sentirse muy afortunados! 

Como una comunidad viva, en movimiento, siempre habrá asuntos que discutir y mejorar pero el camino que han sabido construir hasta hoy ha sembrado muchas cosas buenas para la CVX Ecuador.

En medio de tanta diversidad, muchas cosas llamaron mi atención, brevemente compartiré con ustedes mis comentarios, como reflejos de lo recibido por las comunidades.

Contar con una sede propia es genial, se dice fácil pero es una muestra del compromiso y determinación de sus miembros. Las generaciones antiguas y presentes han sabido “construir sobre la roca”. En procesos comunitarios a veces se puede sufrir mucho por las decisiones de los que nos han antecedido, pero en el caso de la CVX Ecuador han logrado capitalizar. Esto no quiere decir que haya sido un camino color de rosa y que seguramente mantener la casa no es una tarea nada fácil, especialmente en términos económicos. Espero que no solo los Quiteños se sientan orgullosos de la sede propia de la CVX Ecuador!

A propósito de los asuntos financieros, llamó mucho mi atención el valor de la cuota que paga cada miembro de la comunidad. Especialmente por la generosidad del aporte, que no es bajo!, y por eso quienes dejan acumular cuotas se ven en aprietos a la hora de pagar y ahí es que se dan cuenta del alto costo de la cuota y comienzan los cuestionamientos y las quejas. Si bien es cierto que el aporte tiene que ver con la corresponsabilidad de todos, que esto no sea causa de divisiones entre los miembros o podría después volverse una amenaza para la fraternidad. Consideren la posibilidad de conseguir fondos no solo de cuotas personales sino también de actividades comunitarias que ayudan a nivelar cargas.

En Quito noté el dinamismo de la comunidad. Hay muchos miembros consagrados a la CVX y sus apostolados, realmente admirable! y lo más bonito de todo es notar cuanto se quieren y se preocupan los unos por los otros. De esta ciudad quisiera referirme básicamente a dos cosas, Sigvol y comunidades en transición como Maitu. 

Sigvol, un testimonio claro de los sueños hechos realidad, una organización importante no solo para Latinoamérica sino para la CVX mundial. Mi invitación es que desde la CVX Ecuador reconozcan la potencialidad que ofrece Sigvol para dar a conocer a los jóvenes voluntarios la espiritualidad ignaciana y la opción laical de la CVX. De igual forma los animo a que sigan muy comprometidos con esta organización, ojalá más miembros se vinculen. 

La familia es una punto importante por atender en la CVX mundial y la Comunidad Maitu es una buena iniciativa que vale la pena seguir más de cerca, hay un desafío grande para la CVX en poder acompañar los procesos de transición de la vida de sus miembros. Ahora cuentan con este grupo de jóvenes familias, con el deseo de continuar su experiencia de camino laical desde la CVX, con una experiencia apostólica de familia, y esto implica que también la estructura (regional, por lo pronto) debe adaptarse a la nueva realidad y  desafíos que presentan comunidades en transición. Todo lo que puedan hacer en este sentido de inclusión redundará grandemente en toda la comunidad.

En la CVX Guayaquil pude notar que aunque no están pasando por su mejor momento, hay muchos signos de esperanza que podrían florecer más adelante. Por ejemplo las comunidades de jóvenes, qué tienen mucha disposición, “grande ánimo y liberalidad”, constituyen una nueva generación de CVX Guayaquil que tienen la ventaja de ser menos dependientes de los jesuitas al ser acompañados por laicos de la CVX, creo que esto será clave para la continuidad del proceso. Y por el otro lado está la comunidad de adultos que ha logrado mantenerse en tiempo y además que cuenta con miembros de mucha experiencia en CVX y de hecho se fortalece con el ingreso de nuevos integrantes provenientes de comunidades que se han desintegrado.

El claro desafío para la CVX Guayaquil es tratar de pensarse como región, con una actitud más propositiva, generando más espacios de integración sin tener que estar supeditados a que haya o no jesuitas disponibles. De igual forma me preocupan los miembros “satélite” (que mantienen el espíritu pero no comunidad) que por un lado llama a que las personas reconozcan más lo que los une que lo que los distancia y por otro que logren la vinculación de miembros nuevos (por ejemplo adultos jóvenes) que puedan integrarse con algunos de más experiencia y recorrido en la CVX.

En Manta, me sentí muy afortunada de participar de la celebración de los 20 años de existencia de una de las comunidades, creo que este solo hecho habla del proceso en esta ciudad pues aunque son pocos miembros son constantes y eso vale por dos! Además que tienen una excelente relación con los jesuitas del lugar, gran amistad y es muy interesante la colaboración conjunta para la misión. 

Y para cerrar las que me quedan en el tintero, muchas gracias por la invitación al inicio del proceso extensivo del Programa Magis IV, Dios ilumine el camino de esta nueva generación, sus participantes y la coordinadora nacional Erika Zárate; me sentí muy honrada de haber conocido al padre Juanito, hace poco celebró 70 años en la Compañía, muchos de ellos apoyando a la CVX y qué bendición su presencian en la CVX Ecuador! y por supuesto que sea esta la ocasión de agradecer a Mauricio López, consultor del Exco mundial, que vive en Ecuador y desde allí hace una gran labor para toda Latinoamérica, no olviden tenerlo en cuenta porque esta es otra gracia del Espíritu para la CVX Ecuador.

Hace mucho rato quería visitar a la CVX de Ecuador porque tengo muchos amigos allá y me movía un gran sentimiento de gratitud, y la verdad que entre ustedes me sentí como entre hermanos, mil gracias por la acogida y el cariño. En lo que les podamos servir desde el secretariado mundial con muchísimo gusto y recuerden que todos los caminos conducen a Roma. 

Dios los bendiga 
Hasta la próxima 
Sofía Montañez
Secretariado Ejecutivo Mundial

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