Es un lugar de encuentro, ayuda, acogida, ocio para el inmigrante en España. Lo llevan jesuitas y colaboran muchos laicos en donde los inmigrantes son los que dan vida y aportan también como voluntarios, como también muchos españoles y estudiantes de colegios de los jesuitas. Todos son bienvenidos si se trata de acoger, acompañar y defender la causa del inmigrante, que lamentablemente cada vez tiene que enfrentar restricciones más duras de la Unión Europea, y sobrellevar la crisis.
Pueblos Unidos está en la Ventilla un barrio del norte de Madrid, en una zona muy popular, uno tiene la sensación de entrar a un pueblito multicultural en donde los españoles son minoría. No es difícil encontrarse mujeres cubiertas con el pañuelo en la cabeza (seguramente Marroquies), o niños latinoamericanos jugando en las calles, o bien africanos buscándose la vida ayudando a parquear carros en la zona. Está lleno de locutorios (cabinas telefónicas), tiendas latinoamericanas, y almacenes de chinos.
Es en este lugar donde las oficinas de esta fundación funciona sin descanso, ahora más que nunca desde que la crisis ha volcado a muchos desempleados a buscar empleo en dichas oficinas. También les ayudan con asesoría legal, vivienda, nivelación escolar, etc. A veces las fuerzas de todos no son suficientes para atender todos los casos.
Algunos domingos hay misas-fiestas organizadas por los mismos inmigrantes. Tuvimos la suerte de participar de la misa Africana justo el día de la ascensión del Señor, y me parecía escucharle diciéndonos: “ que hacen ahí parados mirando al cielo…., ir por el mundo y predicar el evangelio”. Este mundo de los barrios, de la búsqueda de empleo, de aprender otra cultura y otra lengua y de aprender a vivir lejos de tu tierra y de tu gente.
Aquí unas fotos de la última misa que obviamente término en baile, sacando el pañuelo al ritmo de un San Juanito.
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