
Creo que he servido en la medida de mis posibilidades, que no fueron muchas. Empecé con muchas buenas intenciones, pero la carga de trabajo me hizo reducir mis compromisos con CVX, lo cual lamento mucho. Tuve que ajustar mis ofrecimientos y expectativas a lo que podía realmente hacer, más allá (o más acá, hay que reconocerlo) de mis deseos y de los documentos normativos.
2) ¿Qué crees tú que ha sido lo más difícil de ser asistente de una comunidad como la nuestra, con sus errores y defectos, pero también con sus deseos de seguir avanzando en la construcción del Reino?
Aparte de las dificultades que yo mismo traje, o sea mi "aporte", creo que una dificultad que siempre me ha extrañado es la carga de actividades que distrae a miembros de la CVX de su compromiso con la comunidad. No pocos andan sobre cargados, con menos constancia de lo que hace falta para el servicio a la comunidad. Y no me refiero a las autoridades de la CVX, que son precisamente lo que en general se dedican más al resto, sino que pienso en el miembro común y corriente de la CVX. Esto me extraña porque, en mi caso, mi excusa es que el ser asistente es al fin y al cabo un "trabajo", o mejor dicho una misión al lado de mi vida de comunidad y fe como jesuita. Pero para la gente de la CVX, ésta es su vida comunitaria, su vida de fe, y por consiguiente, su principal "tarea" junto con la vida familiar. Quizás podría decir para todos, cualquiera sea nuestra condición, el momento en que consideramos que la vida de fe en comunidad se vuelve "trabajo", tarea pesada, en ese momento empezamos a desviarnos.
3) ¿En lo personal, que ha sido lo más satisfactorio de esta misión?
Las personas, cada una de ellas, todas ellas. He conocido gente maravillosa a quien considero amigos y amigas en una fe común. No creo que las realizaciones o acciones en las que me he involucrado destaquen en gran medida, pero sí estoy feliz de haber conocido a tanta gente buena. Esto, por suerte, permanece y crece más allá del fin de mi período.
4) ¿Nos podrías contar si ahora tienes otro destino u otra misión, al dejar de ser nuestro asistente?
Voy a ser el director nacional del SJRM a partir del 1 de enero. Para esto he venido a Roma (desde aquí escribo) para asistir a dos cursos de preparación. Sigo con una clase en la universidad, de 3 horas, además de ser coordinador del sector social de la provincia y superior de mi comunidad. Casi que guardo el mismo número de sombreros sobre mi cabeza.
5) ¿Si tuvieras que dar una recomendación al nuevo asistente, Fernando Barredo SJ, qué le dirías?
Creo que Fernando B no necesita consejos de mi parte porque tiene
mucha experiencia acompañando grupos de laicos y laicas en la vida de la Iglesia. Sólo le diría lo que ya sabe: es un grupo de personas adultas, de modo que si no salen las cosas, nada de lo que haga el asistente hará que resulten. Dicho de otra manera: trabajamos en equipo en la CVX, en particular en el CDN, de modo que el asistente no está para compensar lo que el equipo no puede o no logra hacer. Los logros son compartidos, al igual que los fracasos, y para esto lo esencial es dejarse invitar e dejarse integrar en el equipo de trabajo. Luego de esto, hay que encomendarse a Dios para que saque lo mejor de uno, y después confiar en que El sabrá qué resultados sacar de nuestra limitada cooperación.

En nombre de toda la CVX Ecuador te damos gracias por tu dedicación y te auguramos muchos éxitos en tu nueva misión.
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