
1.- ¿Fernando, cómo fue que se dio esta nueva misión dentro de tus múltiples ocupaciones y cuándo la asumirás oficialmente?
A mediados de Septiembre me comunicó Federico Sanfelíu que, luego de haber consultado a diversas personas, había decidido proponer mi nombre como nuevo Asistente Eclesiástico de la CVX en Ecuador. Le indiqué que me encantaría colaborar más en la CVX, pero que mi única dificultad es la falta de tiempo; le he rogado que me quite algunas ocupaciones, para poder dedicar ese tiempo a la CVX.
2.- Sabemos que tienes muchas responsabilidades, podrías contarnos cuáles son tus obligaciones actualmente?
Actualmente soy Decano de la Facultad de Ciencias Filosófico-Teológicas; además el otro medio tiempo lo ocupo como profesor de la Facultad. Como ocupaciones extras, estoy dirigiendo algunas tesis en la Facultad y yo mismo estoy escribiendo una tesis en la maestría de docencia universitaria. Además actualmente soy superior de la comunidad de jesuitas de la Iglesia de La Compañía y, como tal, colaboro con los de la Fundación Iglesia de La Compañía en diversos eventos. Colaboro también en la Comisión Justicia y Paz, como consiliario en varios equipos de Nuestra Señora y como capellán de las monjas carmelitas del Carmen Alto.
3.- ¿Podrías contarnos un poco de tu vinculación con CVX, que experiencia has tenido con esta comunidad de laicos?
Cuando era colegial en el Javier de Guayaquil, estaba en la “Congregación Mariana”, que después se transformó en CVX. Ya de jesuita acompañé varias comunidades, varias veces di Ejercicios Espirituales a los de la CVX, y desde hace algunos años estoy con los de Betania (comunidad CVX de la ciudad de Quito).
A mediados de Septiembre me comunicó Federico Sanfelíu que, luego de haber consultado a diversas personas, había decidido proponer mi nombre como nuevo Asistente Eclesiástico de la CVX en Ecuador. Le indiqué que me encantaría colaborar más en la CVX, pero que mi única dificultad es la falta de tiempo; le he rogado que me quite algunas ocupaciones, para poder dedicar ese tiempo a la CVX.
2.- Sabemos que tienes muchas responsabilidades, podrías contarnos cuáles son tus obligaciones actualmente?
Actualmente soy Decano de la Facultad de Ciencias Filosófico-Teológicas; además el otro medio tiempo lo ocupo como profesor de la Facultad. Como ocupaciones extras, estoy dirigiendo algunas tesis en la Facultad y yo mismo estoy escribiendo una tesis en la maestría de docencia universitaria. Además actualmente soy superior de la comunidad de jesuitas de la Iglesia de La Compañía y, como tal, colaboro con los de la Fundación Iglesia de La Compañía en diversos eventos. Colaboro también en la Comisión Justicia y Paz, como consiliario en varios equipos de Nuestra Señora y como capellán de las monjas carmelitas del Carmen Alto.
3.- ¿Podrías contarnos un poco de tu vinculación con CVX, que experiencia has tenido con esta comunidad de laicos?
Cuando era colegial en el Javier de Guayaquil, estaba en la “Congregación Mariana”, que después se transformó en CVX. Ya de jesuita acompañé varias comunidades, varias veces di Ejercicios Espirituales a los de la CVX, y desde hace algunos años estoy con los de Betania (comunidad CVX de la ciudad de Quito).

4.- ¿Qué crees que será lo más difícil y lo más gratificante de esta nueva misión?
No he tenido tiempo para pensar en lo que podrá ser esta nueva misión. Lo que sé, es que tendré que llevar a ella lo que estoy viviendo. No me interesa tanto la organización, ni la parte económica, sino ver cómo nos podemos poner más en la onda de Jesús, para que Él nos enseñe a vivir a su estilo y ver el mundo con sus ojos. Creo que solo así, llevando una auténtica “Vida Cristiana”, podremos cumplir la misión que nos da el Señor, de ser sus compañeros y testigos.
5.- ¿Qué crees que debe tener una comunidad laical como CVX para ser un verdadero testimonio de la construcción del Reinado de Dios, y una verdadera comunidad profética como decía el padre general Adolfo Nicolás SJ?
Creo que lo que debe ser es una “comunidad de vida cristiana” con minúscula, es decir, no como título, sino como una sencilla realidad. En ese momento se irán desarrollando iniciativas como “Comunión y Servicio” o como “Servicio Ignaciano de Voluntariado”, que son auténticamente un ponerse en las manos del Señor, para que él haga de nosotros lo que él quiera.

Creo que lo principal no es mi misión ni mi labor, sino la misión y labor de la CVX; espero tener el tiempo y la energía suficiente para apoyarlos en todo lo que el Señor les pida. En ese sentido, la mayor ayuda que me podrían proporcionar es la de ponerse en la onda de Jesús y sacar adelante los proyectos que él les sugiera. Espero que el Señor nos una cada día más y que se note que en la CVX estamos cada día más felices.
Fernando en misa de Ejercicios Espirituales CVX
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