1) ¿A qué te dedicas y a qué comunidad
pertenecías en España y cuánto tiempo llevas en CVX?; 2) ¿Cuál ha sido tu experiencia dentro de la
Comunidad mundial, cómo conociste a CVX?; 3) ¿Qué te ha llevado a vivir en Quito-Ecuador
y en qué comunidad estás?
Antes que nada, me gustaría presentarme. Me llamo Eva
Peña, tengo 28 años, soy española, natural de Madrid y...sí!!, acabo de llegar al Ecuador.
Bueno, en verdad ya llevo casi un mesecito en esta tierra…y
el mismo tiempo va a hacer que llevo trabajando para Fe y Alegría, Ecuador.
Vine con la motivación de colaborar con ellos en la oficina nacional, en el
departamento de proyectos de cooperación internacional.
En realidad, es esto en lo que yo me formé pues seguí Trabajo
Social y Sociología en la Universidad de Comillas de Madrid, ejercí varios años
como trabajadora social en proyectos destinados a la atención de diversos
colectivos sociales como sin hogar, mujer en exclusión, inmigración…etc. Y
luego, tras alguna experiencia de voluntariado en Centroamérica, me decidí para
realizar el máster en Cooperación Internacional y Desarrollo.
Como ven, me he atrevido a juntar las tres primeras
preguntas de esta entrevista porque me parece que la una se da la mano de la
otra. No podría explicar el momento en que empecé a ser miembro de CVX sin mencionar
mi experiencia en Nicaragua…etc.
Éste sería mi cuarto año como miembro de la Comunidad.
Quise entrar a pertenecer a CVX a principios de 2007, pero yo por aquel entonces
salía a las 21.00h de la universidad y no era compatible con el horario del
grupo, que sabía reunirse los martes en la noche. Así que, conjuntamente,
decidimos esperar hasta septiembre desde ese mismo año, cuando yo empezara nuevo
horario en mis clases. Entre tanto, ese verano me fui a Nicaragua, guiada por
una ONGD. Estuve allí dos meses, compartiendo testimonios de personas sabias,
comprometidas, admirables… entre ellas una mujer llamada Mercedes Chávez, ejemplo sólido de entrega y fe, con quien conviví durante dicha experiencia.
Por aquel entonces, yo no tenía ni idea de que ella
pertenecía a la CVX Managua y una tarde me dijo que se iba, que tenía que
asistir a una reunión, que me quedara en el proyecto (una escuela situada en una
barriada marginal de la capital) porque no me iba a gustar el tema de la
reunión. Mi sorpresa fue cuando al preguntarle acerca de ese tema intrigante de
la reunión, me contestó que ella era creyente…que pertenecía a un grupo de vida
cristiana…que tenía relación con la Compañía...y yo la dije: “ ¡CVX! “.
Efectivamente, me apunté a esa reunión…y a la siguiente…
y a la siguiente. Así es como comencé a ser chica cevequiana (como dice mi amigo
Edu), continuando con mi compromiso al regresar a Madrid. Me incorporé a la
comunidad Galilea, grupo Tierra.
Esto me lleva directamente a hablar acerca de mi amigo
Eduardo y mi amigo Gabriel (quienes terminaron convirtiéndose en felices
cuñaditos y mis anfitriones en este lindo país). Gabi era mi compañero de
trabajo y al enterarse de mis motivaciones, me invitó a conocer el grupo de CVX del que él era miembro. Allí conocimos a Edu (gran Edu) quien más tarde invitó
a Gabi a viajar con él y conocer su país... y no sólo conoció el país sino que
terminó casándose con su hermana y viniéndose a vivir acá.
Yo viajé para asistir al matrimonio y fue cuando conocí
la realidad ecuatoriana. Sentí que algo me llamaba a participar en ella, a
enriquecerme de toda esta energía y potencialidad. Desde entonces fueron todo
gestiones: carta de motivación, currículo, entrevista, mails de petición, de
respuesta…y por fin se hizo posible. Me trasladé a trabajar a esta entidad, a
seguir creciendo en este país. Y recién me dispongo a hacerlo dejándome a
acompañar por CVX Ecuador.
4) ¿Dentro de todo este proceso cómo has visto la mano de
Dios?
Aquí debería contestar dónde es que no he visto la mano
de Dios en todo esto…
Cuántas veces habré experimentado en mi propia piel que
los tiempos de Dios no son los nuestros… ¡Y cuántas veces son las que no lo
termino de aprender! Pareciera como si, cada vez, fuese la primera que me sucede.
Ahora que echo la vista hacia atrás, veo que todo ha
sucedido a su tiempo preciso, que no era el que yo deseaba, el que yo planeaba,
el que yo quería. Pero sí el que tenía que ser. El apropiado para facilitarse lo
demás.
Es por esto que no puedo dejar de sentir la mano de una
gran sabiduría.
5) ¿Cuáles han sido las mayores dificultades en todo este
proceso y las mayores satisfacciones?
Mi satisfacción la defino como algo intangible. Quizá
sólo se sienta y no se puede describir. Saber que estás realizando aquello en
lo crees, lo que te llena por dentro.
Las mayores dificultades, en cambio, vienen por el lado
de los miedos. Un compañero de CVX Madrid, que además fue profesor mío, dijo
algo que me ayudó mucho: “Los miedos, sólo hay que atravesarlos”. Y firmemente
creo que es así. Cuando te preparas para cerrar cuestiones personales,
laborales, familiares… y te dispones a dar un paso para adelante, no sabes el
resultado y el miedo te invade, sin remedio.
Ante ello, solo debes caminar.
6) Envía un saludo a todos nuestros lectores.
Ay... ésta es la parte que más me va a costar…con lo
vergonzosita que llego a ser yo…en fin,
¡Que mucha suerte para todos y todas… Encantada
de haberme compartido con ustedes!
Todo
un placer el seguir caminando juntos,
Eva Peña Navas.
Evita!!! me encató la entrevista, es increible como Dios es tan evidente en tu historia personal y como EL va tejiendo redes de amor a lo ancho de este planeta!!! DISFRUTA DE MI TIERRA Y TÓMATE UN CANELAZO EN MI NOMBRE!!
ResponderEliminarQuerida Eva, aquí te ehcamos de menos, sin embargo estamos orgullosos de tí. De haber tomado una opción de vida que te enriquece a tí y a los que te rodean.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte desde la gélida Madrid.
Concha
Evita! Aun no te hemos dado la bienvenida oficial a la CVX Ecuador pero sabes que somos compañeros de camino y que nos sentimos muy alegres de tener a alguien que enriquezca aún más nuestra vivencia comunitaria. Cuenta siempre con nosotros! CARO
ResponderEliminarte admiro!
ResponderEliminar