Realizada por María Consuelo Escobar H., enviada por la CVX Colombia
Casa de Espiritualidad Pedro Legaria
Bogotá, 14 de enero de 2011
Tras las reflexiones cristológicas del día de ayer tuvo lugar un sentido proceso de interiorización y autoconocimiento, ejercicio de apropiación de la experiencia que va trazando la ruta de los discernimientos personales. Providencialmente, la oración propuesta por el grupo participante de Uruguay, recreada simbólicamente por las huellas, circunscribió el movimiento espiritual al comenzar el nuevo día, al camino de encuentro y seguimiento del Señor, para alcanzar su Reino y comprometerse vitalmente con él. En palabras de B. González Buelta, citado en dicha meditación:
No importa lo que tarde en abrirse el misterio que te esconde,
y toda huella tuya me anuncia.
Todo mi viaje llega al silencio
Y a la espera de mi “no saber” más hondo.
Pero “yo sé” que ya estoy en ti
cuando aguardo ante tu puerta.
La cristología propone así una dinámica de tránsito siempre interpelante, que a continuación nos relata Orlando Rodríguez, participante de la CVX Guatemala, con una intensa sensibilidad comunitaria y evangélica ante tantos bienes recibidos.
RESEÑA DESDE LA MIRADA DE ORLANDO RODRÍGUEZ, CVX GUATEMALA
1. Presentación como participante en el Magis IV:
R/ Mi nombre es Orlando Rodríguez Solís, soy miembro de las Comunidades de Vida Cristiana en Guatemala, específicamente en la Comunidad del sur, cuyo lema es Servir unidos en el Resucitado. Aparte de eso tengo mi acción pastoral en Comunidades Eclesiales de Base, pues no sólo vivo la Espiritualidad Ignaciana sino también la Franciscana. Crecí con esta espiritualidad pero hoy me encuentro viviendo esta experiencia. Trabajo en Comunidades Eclesiales de Base pobres en Guatemala, como es el caso de Guajitos, en Zona 21 y Santa Fe en Zona 13. Es gente muy sencilla, muy humilde, y son también ellos los que me han motivado a venir. De profesión soy auditor, trabajo como Contador General de una Corporación desarrolladora inmobiliaria, y por otro lado he tenido estudios de Teología y un diplomado en Espiritualidad. Tengo ya unos 15 a 20 años de un caminar pastoral. En CVX estoy desde el año 2002, iniciándome con el Ministerio Sígueme, con el padre Ricardo Avendaño. Después nos integramos a las Comunidades de Vida Cristiana. He realizado mis Ejercicios también en la vida cotidiana. Esto me ha dado una experiencia muy especial, y creo que ha complementado un bagaje de conocimiento y experiencia para poder realizarme como cristiano. Tengo 22 años y nueve meses de casado, ayer estuvimos de aniversario de mes y estuve recordando mucho a mi esposa; inclusive la experiencia del día me llevó a tener a mi familia muy en mente. Tengo cuatro hijos, tres varones y una niña de quince años.
2. Impresiones sobre Colombia, la bienvenida y el encuentro con los participantes de los distintos países.
R/ De las delegaciones, hasta ahora, Guatemala fue la última en llegar. Llegué el domingo a las 11:00 pm al Centro de Espiritualidad. Tuve mucha dificultad en el sentido de mi disposición en Guatemala, ya que el trabajo como Contador General me limitaba un poco por la temporada para poderme acercar. Eran otros los que estaban elegidos para venir; sin embargo, como lo dice Juan 13, 7 ‘Lo que yo hago hoy no lo entenderás sino hasta después’, y de repente me surge la oportunidad, y al término de dos días arreglo todo y aquí estoy presente. Con una acogida enorme, tanto que al llegar al aeropuerto El dorado ya estaba alguien ahí con un rotulito con mi nombre, y eso me emocionó, porque supe que había alguien que pensaba en mí, y creo que es por voluntad de Dios que estemos acá. Yo creo que la experiencia es una koinonia plena, una comunión que se ha dado integralmente, porque aparte de conocer a las personas físicamente, el conocer su historia, sus experiencias de vida, ha ido marcando y llenando las hojas de un cuaderno que veo en el corazón, y que en mi razón me hace también comprometerme a ser más hermano de todos, y creo que esa experiencia de encontrarme con otras culturas, con otro tipo de experiencia también alimenta la experiencia de vida que uno tiene. Para mí ha sido un gran alimento poder convivir y compartir con ellos, a pesar de que sólo van cinco días; eso me crea también una expectativa de querer más, y una esperanza de que se estrechan más las relaciones. Desde mi llegada a Colombia, el sólo hecho de que me hayan esperado hasta tan tarde y hayan enviado por mí demuestra realmente que mi nombre tenía un peso en esta experiencia del Magis.
3. Aspectos que destacar de la experiencia.
R/ Yo creo que hay muchos aspectos, y creo que se ha visto en los hermanos que me han antecedido en esta experiencia de la entrevista: las experiencias de vida desde el primer día, el análisis de la realidad, ver una perspectiva puramente personal pero que, al unirse con las visiones de los hermanos de los otros países, llega a encontrar elementos muy comunes, y creo que la dimensión está en entender que realmente estamos llamados a servir y amar. Esa experiencia de diakonia plena que se transforma en vida es lo que nos tiene unidos acá, tratando de trascender en la vida misma. La experiencia de las primeras jornadas, el acercamiento a la cristología del Antiguo Testamento, y hoy a una cristología más enraizada, más encarnada, más que un fundamento teórico, creo que se está haciendo vida desde acá. Y como lo han dicho muchos de los expositores: se trata de que desde aquí estamos escribiendo un evangelio, pero un evangelio que nos compromete a concluir esas páginas con el compromiso en nuestras distintas comunidades. Sobre todo el hecho de identificarnos más con la opción preferencial que tuvo Jesús hacia los marginados, los más necesitados, aquellos que no tienen voz. El estar en este Magis me ha llenado de mucho fundamento. Tal vez si ya tenía alguna idea u horizonte de cómo era un caminar bajo esta línea, aquí lo estoy encarrilando hacia un fin y objetivo específico: lo que le tiene que agradar a Dios, y es que uno haga las cosas hacia sus preferidos, con mucho amor.
4. Tema central sobre el que han versado las actividades del día.
R/ Iniciamos la jornada con un momento de reflexión y meditación. Creo que esa oración matutina es siempre como el bálsamo que te permite de alguna manera abrirte en mente y en corazón para empezar a percibir todo lo que del día te va a quedar. Iniciamos entonces en una comunión con los hermanos en la capilla. Ayer nos centramos en la participación del Gordito –José Roberto-, quien nos mostró una figura del sentido de la Revelación: cómo Dios está creando en nosotros su presencia, sin obligarnos a que nos volteemos hacia él, haciendo que nosotros, desde nuestra misma libertad, lo sintamos como una necesidad y como el absoluto de nuestra vida. Eso es lo que más me impactó en todo este proceso cognoscitivo de lo que es la revelación, y saber que Dios, si se ha revelado en la historia del hombre lo sigue haciendo día a día; ese Cristo que es la plenitud de la revelación tiene un rostro que está entre nosotros, entre los hermanos de las distintas comunidades, en la eucaristía misma, en la naturaleza, la creación. Entender esa forma en que Jesús se nos va mostrando como hijo de Dios. Lo visto en la tarde ayudó a complementarlo: la presencia de Dios en el ungido, en ese Mesías que se prefigura en el Antiguo Testamento, con Cristo. La narración de Luis Guillermo nos llevó a entender más ese misterio de encarnación; de esa experiencia lo que me impactó de alguna manera era ese anuncio evangélico que se da en el Antiguo Testamento, que fue prácticamente un anuncio de muerte, de la muerte del ungido… lo que para unos puede ser una mala noticia para otros es una buena noticia, como presencia previa de Cristo, siendo ya manifestado en las antiguas comunidades; y con ello entender que Dios siempre ha tenido esa opción hacia los más débiles, hacia los más sencillos: la forma en que él elige a un pueblo pequeño, quienes luego serían los hebreos, cómo empieza a acompañar y a caminar con este pueblo; así es como realmente se mete en la historia de la humanidad, y allí se centra la experiencia de vida de estas primeras comunidades: sentir la presencia muy humana de Dios. Creo que eso es también lo que fundamenta nuestra presencia en este tipo de encuentros, sobre todo en el Magis, porque la cristología se puede hacer desde diferentes líneas: genética, dogmática, etc., pero ésta es un a cristología encarnada que tiene algo especial, y es precisamente ver que Dios vive entre nosotros, que lo vamos a encontrar en cada uno de los rostros que nosotros vemos día a día. No hay una cristología sin rostro.
Hoy, con Consuelo Vélez, entramos a una fase donde hay que entender a Cristo desde la historia. Hablamos de un método histórico-crítico y la exégesis, pero a este análisis como que le faltaba algo: ponerle ponerle la experiencia humana. Entonces ella nos ha llevado a ir interrelacionando los textos, la palabra, las tradiciones, y todo lo que nos conduce a meternos en esta cristología, con lentes propias de nuestra realización humana. Hay algo que me llamó la atención en ella, sobre todo en una material que nos dio en la mañana en el cual tratamos de recuperar esa presencia del Jesús histórico, y no nos tenemos que ir precisamente a hechos concretos, con fechas, porque eso no es lo relevante, sino saber que es un Cristo, un Jesús que ha hecho historia, que sigue siendo historia y que está en nuestra historia. Eso es muy interesante. Nos ha llevado también a entender el lenguaje de Cristo, la forma en que él hablaba, las parábolas. Hemos hecho ejercicios en los cuales, viendo el análisis del texto en su contexto, hemos encontrado una riqueza en el aporte de muchos de los compañeros. Creo que en sí todo el curso de la cristología ha llevado un buen ritmo, un seguimiento bien trabajado, que no se da sólo por el esfuerzo de los conferencistas que vienen a hacer sus ponencias, sino también de todo el equipo de trabajo que hay detrás. Creo que ha sido algo que se ha estructurado desde años atrás, y que ahora se está materializando.
5. Mociones y reflexiones fundamentales que se han hecho presentes en la oración personal y del grupo.
R/ Me queda decirte que nosotros ahora estamos redactando una parábola, que se va a hacer vida cuando asumamos un compromiso en nuestras realidades. Hoy estamos adquiriendo el fundamento, pero al llegar a nuestras comunidades tenemos que darle la interpretación y explicación para que se haga vida. Hoy nos preguntaban ‘quién es Jesús para mí’. Sin humanizarlo tanto, sin irme a categorías dialécticas, o sin irme muy arriba, sintiéndolo desde mi experiencia, desde la cercanía que tiene Jesús conmigo, escribía que Jesús es con quien más bronca tengo, con quien peleo, con quien discuto; el que a veces no me responde, el que a veces me habla mucho, el que a veces me señala, el que a veces me aplaude. Y voy entendiendo esto porque creo que la experiencia que he tenido de Jesús, y que se ha acrecentado más ahora en este proceso que estoy realizando en el Magis, es que lo tengo demasiado cerca y que me invita a comprometerme más y más, me interroga y me cuestiona. ¿Y en dónde? En mi ejercicio pastoral, en mi oración y en mi acción personal, no sólo en el ámbito eclesial o en el ámbito comunitario, sino también en mi trabajo: ser más eficiente, más responsable, velar por cuestiones más justas dentro de mi área de trabajo, donde me corresponde, y en mi participación sacramental, que tiene que ver más con un acercamiento hacia lo divino, porque no me puedo quedar aterrizado únicamente en lo humano. Compromiso, con una promesa muy especial para mi comunidad de Guatemala, para mi comunidad de Guajitos y el coro ¡Ven, Señor Jesús!, a quien expreso toda mi gratitud, para mi comunidad de Santa Fe, y sobre todo para los jóvenes de catequesis de Fuentes, voy a enseñar con el evangelio de mi vida, ése es mi compromiso.
El día de ayer hubo mucha emoción, ya que formamos grupos al inicio de las jornadas y anoche se desintegraron, y tuvimos un momento para compartir cómo nos había ido en las jornadas, y hubo una riqueza enorme. Yo me sentí muy identificado con cada una de las experiencias de mis hermanos, y hasta hubo un momento en que sentimos que nos estábamos despidiendo, pero bueno ‘¡seguimos acá!; eso me da ya el aire de que esto nos ha unido demasiado, y cuando nos separemos nos va a doler, pero no podemos estar viendo sólo hacia arriba, tenemos que ver hacia abajo. Ahora están las chozas construidas en esta transfiguración, pero también vamos a necesitar bajar, y ahí viene lo difícil. Ahora nos cuesta. Y yo agradezco a toda la comunidad, a todos los que participan, porque -como dije- mi corazón y mi mente vinieron como un cuaderno en blanco, y lo estoy escribiendo día a día, y ya forman parte de mi vida.
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