Realizada por María Consuelo Escobar H., enviada por la CVX Colombia
Casa de Espiritualidad Pedro Legaria
Bogotá, 13 de enero de 2011
El ambiente festivo volvió a tomarse la noche del Magis IV al término del día tres, con la generosa muestra artística de las delegaciones de Perú y Nicaragua. La conciencia corporal y comunitaria continuó dando sus frutos, enmarcada por aquel sentido de equilibrio experimentado en el grupo a través de las exhortaciones de Marco Fidel Vargas, del equipo del CINEP, y del padre Hermann Rodríguez S.J., a permanecer atentos a las polaridades que el contexto mundial ofrece como reto al espíritu evangélico y apostólico. Como las alas del Espíritu se alzan siempre juntas para procurar la armonía en medio de las tensiones, así la comunidad va aprendiendo a reconocer ese temple de ánimo que inspira su sensibilidad para transformarse en potencia de acción y oración. Así, ha llegado el momento de dar curso a la perspectiva cristológica, en articulación con las claves ofrecidas desde las realidades concretas latinoamericanas, y será la Sagrada Escritura el referente sistemático que enriquezca ahora la reflexión.
Nuestra invitada para seguir siendo testigos del proceso vivido en este sentido es Nelly García, participante de la CVX Ecuador, quien por su formación cuenta con un pensamiento muy estructurado y abierto, que imprime gran claridad al relato.
RESEÑA DESDE LA MIRADA DE NELLY GARCÍA, CVX ECUADOR
1. Presentación como participante en el Magis IV:
R/ Mi nombre es Nelly García, pertenezco a la Comunidad San Pablo, de Manta, Ecuador, estoy en la CVX hace dos años, después de varias visitas y retrocesos. A lo mejor todavía no había escuchado bien el llamado del Señor, pero ahora estoy participando de manera continua y profundizando en la formación ignaciana. Recuerdo que la primera vez que leí de Ignacio me encontré con todas las que yo llamaba ‘sus locuras’, y creo que yo también hacía locuras, como él, y eso es lo que me fue adentrando en la comunidad; aparte de que también conocía a los miembros de mi comunidad porque en muchas ocasiones habíamos compartido ciertos eventos, yo asistía como invitada. Ahora San Pablo está enfocada al servicio desde diferentes ángulos apostólicos: yo hago catequesis familiar, otros compañeros hacen acompañamientos de parejas, otras están en los barrios periféricos evangelizando a muchachos de pandillas juveniles. En Manta también se da el programa Cardoner, de los jesuitas, cuya difusión tenemos a cargo; hacemos esto como parte nuestra formación y realizamos todas sus etapas. Del Magis me enteré por mi hermana Nela, quien hizo el Magis III; ella es la más antigua de la comunidad, tiene 20 años en ella. Cuando salió el anuncio del Magis IV ella lo llevó a toda la comunidad, porque además es nuestra coordinadora general. Y por toda la experiencia que me había contado, como hermana y como compañera de la comunidad, me animé, y le dije que lo quería hacer. Cuando supe acerca de esta etapa intensiva me sentía cuestionada por el trabajo, y cuando coincidimos por las fechas yo decía ‘bueno, si bien es cierto que estaré en ese entonces trabajando, también es cierto que podría sacar un espacio’. Hacia el mes de agosto, cuando debíamos confirmar si podía participar en esta etapa, le envié un correo a mi jefe, no me atreví a hablar directamente con él porque temía que podría decirme que no y me iba a sentir muy desilusionada. Al cabo de dos días me respondió autorizándome, entonces corrí a su oficina a decirle ¡gracias! Allí comenzó esta preparación, y en las dos últimas semanas trabajé intensamente para dejar todo en orden. Al principio tenía un poco de temor e incertidumbre, sentimientos encontrados, a pesar de saber que venir al Magis era precisamente lo que yo quería, no he podido entender todavía; a lo mejor era el mal espíritu, que me estaba tentando. Pero lo importante es que vencimos eso, estoy muy contenta, la experiencia realmente ha superado mis expectativas.
2. Impresiones sobre Colombia, la bienvenida y el encuentro con los participantes de los distintos países.
R/ Todo fue increíble, yo venía sabiendo cómo era todo por la experiencia de mi hermana; en la ceremonia de envío que me hicieron ella me habló de que sería una experiencia única, ‘no vas a sentir diferencia de países ni de razas, todos son una misma familia’ –me dijo-. Y así fue, la familia con quien estuve a la llegada fue muy querida. Llegar aquí y que en seguida tengas tanta apertura y bienvenida, y el día a día, el encontrarnos; en el mismo salón de clases, los grupos con los que trabajamos, las horas de las comidas... todo es hermandad, no sólo porque hablamos el mismo idioma, sino porque tenemos tantas cosas afines, yo me siento en casa, no en tierra extraña.
3. Aspectos que destacar de la experiencia.
R/ Lo más notable es la gran articulación entre todos los temas y actividades realizadas, nada está allí de sobra. Como experiencia el día martes, con el análisis socioeconómico en Latinoamérica, fue bien intenso, porque el tema se prestaba a muchas opiniones, pero el día de ayer concluimos que vivimos en medio de una tensión: el capitalismo, con el sistema neoliberal, defendiendo su versión, y también el lado contrario, que considera al sistema como asesino de toda América Latina; y así, si bien es cierto que la globalización, o el llamado posmodernismo, nos lleva a una sociedad de consumo total, que ahora incluso el mismo pobre es quien consume más que los ricos, porque dejará de comer por comprarse un televisor, un celular, estar con la tecnología de punta… pero realmente aprendemos -y lo concluyó el padre Hermann Rodríguez S.J. con su explicación- que nosotros como cristianos, como cevequianos, somos quienes tenemos que dirigir realmente nuestra vida, sabiendo distinguir qué consumir, tener un consumo con conciencia. Así que son pautas que nos llevan realmente a encaminar nuestra vida, a enfrentar ese mundo de globalización, de consumismo, sin que realmente nos afecte, sabiendo que estamos dentro del sistema, pero que sabemos vivir. A ello se referiría el concepto del ‘buen vivir’, que no significa estar a la par con la tecnología de punta, sino que debe definirse de manera personal por cada uno.
4. Tema central sobre el que han versado las actividades del día.
R/ Desde hoy iniciamos lo que nos trajo al Magis: cristología. Hoy se nos hizo una narrativa completa de la historia de Israel, muy emocionante. Yo la había leído antes con fechas históricas, y en ello me pierdo, pero la narrativa del padre José Roberto Arango S.J. nos hizo un viaje por todo el Antiguo Testamento de manera muy interesante, desde el periodo de los orígenes de Palestina hasta finales de la Monarquía, nos habló sobre cómo Dios se ha revelado a través de la historia y se sigue revelando a cada uno de nosotros, que sigue creando y nos invita a ser colaboradores de su creación. Vimos cómo la revelación de Dios es su encuentro con el hombre en su propia existencia. Y ahora en la tarde, el padre Luis Guillermo Sarasa S.J. nos presentó una cristología desde lo que él llama ‘el Primer Testamento’ –para que no se entienda como si el Segundo, como Nuevo Testamento, anulara el Antiguo-, y cómo en el primer Testamento hay 54 veces en que ya se habla del ungido, del Mesías; porque a veces nosotros podemos pensar que la cristología surge a partir de Jesús de Nazareth, únicamente. El tema cristológico ya venía de antes, desde el Primer Testamento. Así que nos hemos adentrado en la cristología, y esto nos deja lo que el padre Sarasa llama ‘pequeñas cuotas, para que nosotros nos endulcemos y continuemos leyendo’. Se nos habló de que en el Primer Testamento en donde más se habla de Cristo como el ungido es en el libro de Samuel. Ha sido una experiencia linda, vista la cristología bíblicamente.
5. Mociones y reflexiones fundamentales que se han hecho presentes en la oración personal y del grupo.
R/ A lo que más me invita la reflexión es a leer bien el libro de Samuel, para poder entender esa misma misión cristológica, que es a lo que en todo caso a nosotros como cevequianos nos conduce la Espiritualidad Ignaciana, hacia un Cristo que no fue ya muerto y que resucitó, sino que camina con nosotros, que nos salva constantemente, animándonos, entusiasmándonos para continuar, y verlo en el rostro de aquellos que sufren, aquellos que lloran, que están abandonados. Hacia allá es lo que yo percibo: poder entender la misión de Cristo en mí, y el poder saber que ya no se trata solamente de que yo crea creer en Cristo, sino de que Cristo crea en lo que yo puedo hacer en su nombre, por él y para él. A veces yo le digo al Señor que aún no logro entender lo que quiere de mí, y hoy desperté, habiendo leído anoche un artículo de Carolina Sánchez, y lo primero que se me vino a la mente fue que dentro de lo que yo hago, por ejemplo la misma catequesis, o la de una compañera que trabaja en la periferia con los chicos de las pequeñas pandillas, puedo trabajar haciendo realmente conocer lo que es Jesús, pero también con las personas adultas. Yo creo que los jóvenes y los niños, si ven un testimonio de vida, un cambio en aquellas personas que son su modelo, su ejemplo, los padres, van también a cambiar su forma de vida. Ese fue el sentimiento a primera hora de la mañana, y yo creo que hacia allá me voy encaminando, a retomar con más fuerza el trabajo y poder hacer que Cristo realmente entre en el corazón de aquellas personas. El sentimiento es de compromiso, y ojalá que no se quede sólo en entusiasmo y lo pueda llevar a cabo, eso es lo que le pido a Dios. Creo que fue una respuesta a la pregunta que durante estos días, en las charlas, me he estado haciendo, al ponerme en sus manos en oración. Hoy en la mañana creo que alcancé a escuchar una de las tantas misiones que tiene para mí. Algo que me dejó también muy animada es el saber que no debo tener miedo a lanzarme a realizar cosas diferentes al servicio de Dios, porque Dios estará siempre a mi lado. Y finalmente, lo que en realidad ahora me motiva es seguir trabajando desde mi posición actual, pero con mayor conciencia humana y espiritual, y que este Magis no sea sólo incrementar mi fe en Jesús, sino creer y estar convencido de que Jesús cree en que yo puedo ser una buena colaboradora en la construcción de su Reino.
Cuando hemos hablado en grupo veo que estamos asumiendo que, como laicos comprometidos, estamos conducidos a tener una incidencia dentro de la política, porque a veces no estamos de acuerdo con un actuar pero no hacemos nada para cambiarlo. Se trata de poder, desde nuestra posición, hacer inmersión política, más aún después de haber conocido la realidad latinoamericana, y ver que tenemos tantas cosas en común: como la inequidad social, la desigualdad, que tanto se resaltaron. Creo entonces que una moción visible es la convicción de que tenemos que hacer política, para poder realmente ayudar a que esto cambie, a que el sistema no nos absorba. Incluso ayer Marco Fidel nos decía que ya no podemos decir realmente qué sistema hay, porque tenemos el sistema de extrema derecha, pero también la izquierda suprema, pero al tiempo hay otras raíces que quieren ir de centro, pero hay que canalizarlas de alguna forma, aunque no sea en una directa participación política, pero sí en pequeños grupos, al dar charlas sobre la educación y acción política.
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