Febrero es el mes más corto del año.
En esta región de nuestra querida Amazonía poco a poco se empiezan a reanudar
las actividades cotidianas después de un largo tiempo de vacaciones escolares.
Se ven las promociones para el inicio de las clases en las pocas calles
comerciales de Leticia. Los niños y jóvenes aún están de vacaciones las tres
primeras semanas, a partir del 20 de febrero empieza a sentirse de nuevo el
movimiento, ya se puede ver en las mañanas a los padres que llevan a sus hijos
hasta las puertas de ingreso de las escuelas, algunos niños con uniformes nuevos
y otros con uniformes remendados pero bien lavados, algunos niños van alegres
por retomar sus clases otros me cuentan que quisieran que las vacaciones fueran
más largas porque les gusta mucho estar en casa y jugar con sus amigos.
Y así como Leticia y Tabatinga inician
sus clases, yo, junto al equipo pastoral, nos reunimos para planificar el
cronograma de visitas a las comunidades rivereñas del Amazonas. Las primeras
semanas han sido el tiempo de planificar la metodología del nuevo recorrido que
iniciaremos ya con una temática específica que consiste en informar y
sensibilizar a las personas de las comunidades indígenas sobre la esclavitud
invisible del Siglo XXI que es el Tráfico de personas.
Fue un tiempo de buscar material en
internet, pedir material a la Red en Contra del Tráfico de personas de la
Triple Frontera, leer documentos sobre el tema para poder llegar de la mejor
forma a las personas. Mientras más leo y me informo sobre este tema, más me voy
apasionando por esto, porque es importante que todos estemos informados, que
todos nos unamos para combatir este enemigo invisible que tanto daño hace a nuestra
sociedad y del cual estamos rodeados sin darnos cuenta. Son los más vulnerables
de nuestra sociedad quienes corren el riesgo de caer en esta red, las personas
en situación de pobreza, la violencia, la falta de comunicación y el abandono
son factores que influyen en la existencia de este monstruo que destruye
nuestra sociedad de manera silenciosa. El objetivo es poder llegar a los niños,
los jóvenes y las familias de las comunidades. Como son grupos diferentes debemos
abordar el tema de manera diferente.
En medio de esta preparación inicié el
primer viaje misionero. Magnolia, mi compañera de equipo, me pidió que la
acompañara a visitar tres comunidades junto con el sacerdote misionero del
Vicariato P. Obdulio, quien había venido para hacer un breve recorrido por
Zaragoza, Libertad, Pto. Triunfo y Santa Sofía. Fue un viaje de 4 días en los
cuales vistamos familias informando sobre la llegada del sacerdote con quien en
cada comunidad tendríamos una misa en las noches para todos y en la mañana otra
con los niños en las escuelas. Fue un tiempo de vivir de cerca otra forma de
evangelizar desde la misa, el sermón y los sacramentos. Personalmente no me identifico
mucho con esta forma, sin embargo, la respeto porque es la forma tradicional a
la que está acostumbrada gran parte de nuestra iglesia. Como en todo
voluntariado se tienen experiencias que te gustan y te animan y otras que no
tanto. Con certeza voy aprendiendo de todo en este tiempo de misión.
Hasta que por fin
llegó el día de nuestro primer viaje a la Comunidad de Nazareth. En esta visita
solo fuimos Magnolia y yo porque la Hna. Noelia tuvo un problema en su rodilla
y tuvo que quedarse para realizarse unas terapias. Conversamos con Valero SJ y le
comentamos sobre la necesidad de llevar con nosotros un proyector y una laptop;
generosamente nos prestaron los equipos de la comunidad, ya teníamos todos
listo para comenzar la evangelización con los temas específicos sobre de la
realidad del mundo y sobre esta triple frontera tan vulnerable. El primer día
en Nazareth cuadramos con la coordinadora de la escuela para trabajar sobre el
tema de la Trata de Personas y los dividimos por grupos de grados y edades,
pues los materiales que habíamos preparado son diferentes para niños y para
jóvenes. Con los niños no podemos abordar el tema directamente, con ellos se
trabaja a partir del cuidado del cuerpo, para ello utilizamos un video muy
bonito realizado en Brasil y traducido al español. Con lo más grandes se
trabaja el tema más directamente y desde la vida. En la noche con la ayuda de
la Vice Curaca reunimos a los jóvenes de la comunidad para hablar de este tema.
Gracias a Dios todo salió bien, los niños y jóvenes ahora al menos ya conocen
sobre el tema, los profesores también y se va iniciando el compromiso de
ponerse alertas ante situaciones que puedan presentarse dentro de las
comunidades respecto a la trata de personas.
Como Dios es bueno y la providencia
funciona, siempre nos va dando luces y confirmando llamados, justo antes de
nuestra visita a la segunda comunidad “Arara”, tuvimos una reunión con Sor
Genoveva, religiosa Vicentina, comprometida con el tema. Su comunidad, dentro
de las prioridades, tiene precisamente la misión de combatir este monstruo del
siglo XXI. La lucha contra la Trata de personas forma parte de una Organización
Defensores de Vidas que trabajan en diferentes países de Latinoamérica y forman
un Red a nivel mundial. Ellas han elaborado
material para el trabajo principalmente con los profesores de las escuelas para
que sean ellos los multiplicadores de este trabajo con los estudiantes. Muy
generosamente Sor Genoveva nos facilitó el material, le comenté brevemente como
lo estaba abordando y me dijo que lo había planificado bien. Debo mencionar que
mi poca experiencia como profesora me ayudó a preparar este tema, y por
supuesto va confirmando también mi vocación de docente. Creo que la educación y
la formación es muy importante y es una forma de evangelizar, además me gusta
mucho pensar, buscar y crear formas para lograr a que las personas puedan
comprender el mensaje y sacar sus conclusiones sobre lo que van descubriendo,
conociendo o aprendiendo.
Luego fuimos a la Comunidad Arara con material
y recursos mejorados después de la experiencia piloto de la primera comunidad.
Siento que fue mejor desarrollado el tema en esta comunidad pues se
involucraron más los profesores. Aún falta seguir puliendo la metodología y
material, pero creo que el primer paso ya se dio, ahora será cuestión de seguir
trabajando y profundizando en eso. Con estas primeras visitas voy confirmando
que la forma de evangelizar que me gusta es precisamente ésta, a través de los
temas de la vida cotidiana, que puedan relacionar como Dios les habla y nos
habla constantemente a través de los que vivimos en el día a día.
“Aliento a cuantos están comprometidos en ayudar a hombres, mujeres y niños
esclavizados, explotados, abusados como instrumentos de trabajo o de placer y a
menudo torturados y mutilados”. P. Francisco
“La trata de personas en un delito contra la humanidad” P. Francisco
Estas son algunas frases que me animan
desde esta misión a contribuir con un granito de arena para luchar en contra
del Tráfico de personas que cada vez va creciendo. Es una esclavitud invisible
que por lo tanto no es fácil combatir, pero que se puede hacer mucho desde la
información y la sensibilización a las personas para que no caigan en sus
garras por desconocimiento. Esta zona de triple frontera es muy vulnerable para
que esta actividad ilícita se realice, pues hay poco control en las fronteras,
la policía y las fuerzas armadas de los tres países es muy reducida para atacar
el tráfico de drogas y de armas, mucho menos puede atacar el tráfico de
personas. La Iglesia poco a poco está iniciando el trabajo de sensibilización
de estos males a la población para que no caigan por desconocimiento. Ojalá más
personas se sigan uniendo a esta Red de Enfrentamiento al tráfico de personas
de la Triple Frontera para que juntos se pueda disminuir un poco este mal en
este lado de nuestro querido planeta.
Invito a todos quienes leen este
pequeño relato mensual, amigos, familia y cevequianos a que disciernan si una
forma de evangelizar puede ser precisamente el involucrarnos para trabajar en
este tema del Tráfico de personas que es, como dice el Papa Francisco, una
llaga o una enfermedad del siglo XXI que va carcomiendo la humanidad.
Los fines de semana apoyo en las
actividades de la Comunidad Marista en Tabatinga (Brasil), visitamos la
comunidad Umariaçu, están iniciando un trabajo en Xingu, en el barrio de
Tabatinga, pero con mayoría de población Colombiana. Así van pasando las
semanas con actividades, con compartires, con encuentros, con el otro y con el
Señor.
Gracias por leer mis relatos cortos,
sencillos muy desde la cotidianidad, gracias por acompañarme con sus oraciones,
mails, whatsapp y llamadas. Como siempre me encomiendo a sus oraciones para que
siga encontrándome con ese rostro de Jesús en la vida de esta Triple Frontera.
Un abrazo,
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