marzo 22, 2007

Egologías

“Porque sois católicos debéis ser sociales, esto es sentir en vosotros el dolor
humano y procurar solucionarlo”.

Padre Alberto Hurtado S.I.

Tenemos que reconocer como sociedad que la realidad de nuestra humanidad ha probado ser mucho más compleja y rica que lo que nunca soñamos posible. No importa qué tanto creímos alguna vez en ellos, a través de la historia uno tras otro nuestros modelos socio-económicos han demostrado sus límites con vergonzosas estadísticas de hambre, pobreza y desigualdad a nivel global. Y sabemos que con más del 65% de los ecuatorianos por debajo de la línea de pobreza, nuestro país no es ninguna excepción.

Sin embargo, y contra todo sentido común y cristiano, hemos podido observar a través de la prensa en las últimas semanas cómo las ideologías de antaño, izquierda y derecha, se levantan unas contra otras una vez más en inflados esfuerzos por aparentar ser “la solución” para un Ecuador empobrecido, relegado y humillado por su clase política.

En este juego deshumanizante, los “pobres” se han convertido en poco más que otro punto flaco por donde atacar a la sociedad en busca de generar nuevos sentimentalismos estériles en acciones pero fértiles en votos no meditados. Porque llorar ha sido siempre más fácil y menos comprometido que servir…

A este tipo de ideologías cegadas y cegadoras, interesadas y vacías permitanme llamarlas “Egologías“. ¿Pero qué caracteriza a las “Egologías”? Nombremos algunos de sus principales razgos para poder identificarlas más claramente cuando las veamos:

El corazón de las Egologías es el ego de sus impulsadores. Nacieron para darle un aire “desinteresado” y de “servicio” a la vanidad de sus “coidearios”. Y con este fin, están dispuestas a utilizar como “celular propio” a los medios de comunicación o como herramientas de embellecimiento personal a los bienes del Estado y/o Partido. Habría qué preguntarles si los pobres a quienes dicen amar, conocer y defender tienen las mismas oportunidades que ellos de hacer uso de estos medios para reinvindicar sus justos reclamos.

Las Egologías se presentan como la única solución y son altamente conflictivas. Quien no está a su favor está inevitablemente en su contra. Por tanto, son incapaces del diálogo enriquecedor con sus contrarios que sólo puede florecer en un ambiente de sencillo y desinteresado intercambio.

De lo que sigue que suelen estar vacías de nuevas ideas. Reciclaje de soluciones ajenas a nuestra realidad, las Egologías están más preocupadas por fomentar la proliferación de nuevos y mayores egos que en la fecundidad de las propuestas innovadoras. Jamás se ha visto a una Egología fomentar una iniciativa de la que no pueda tomar atribución o que pueda pasar desapercibida por los medios de comunicación.

Las Egologías se alimentan del apasionamiento. Por tanto, fomentan las separaciones y aplauden las posturas irreconciliables. La extraña actitud de “Tender puentes” implica el innecesario riesgo de disminuir el protagonismo de sus impulsadores y por ello, queda automáticamente fuera de toda discusión. Marchas y balcones, llantos y sudores, todos valen a la hora de demostrar “su poder” ante una prensa tibia y sensacionalista que los mide por su convocatoria y no por la calidad de sus propuestas.

Finalmente, las Egologías viven de la imagen de sus impulsadores. En saco y corbata, en guayabera y zapatos de vestir, en boina y traje militar, con bigote o sin él, lo importante es generar una imágen que atraiga y/o polemice. Mientras el flash de las cámaras y el magnetismo del micrófono no falten, las Egologías podrán dormir tranquilas y con el estómago lleno aunque “sus pobres” no puedan hacerlo igual en medio de casas de caña y sus destruidas escuelas .

“Vosotros sois la Sal del Mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea” (Mt. 5, 13)

¿Dónde estamos los Cristianos hoy en nuestra política? ¿Dónde han quedado nuestras propuestas de una sociedad distinta, humana, fraterna, creativa, no violenta, solidaria? ¿Donde están nuestros economistas, políticos, filósofos, comunicadores, periodistas, etc hoy que las “Egologías” reinan incuestionadas en el conciente colectivo de nuestro país?

¿Desde cuando nuestro seguimiento de Cristo dejó del cuestionar el “status quo” de los poderosos y las estructuras sociales?

Asumamos nuestro compromiso cristiano. Si nuestras fuerzas son pocas, que al menos nuestra voz no caye. Que se sepa que nosotros no estamos de acuerdo con los discursos baratos y las discusiones “Egológicas”. Que se sepa que los cristianos no vamos a malgastar nuestro tiempo lustrando nuestra imagen. Que sepan que nuestro corazón está donde nuestra Fe nos lleva: con nuestros hermanos empobrecidos y sus necesidades, que finalmente son las necesidades de la mayoría de nuestro País.

Rodrigo Reyes

http://www.feyjusticia.net

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