abril 11, 2007

EL DIA MUNDIAL TIENE SU PROPIO ENCANTO

No hay que pensar demasiado para recordar lo que nos hace feliz y nos alegra el alma. Cuando llegamos a Manta, ese sábado 24 de marzo del 2007, sentíamos una alegría que no era capaz de procesar ni nuestras mentes ni nuestros corazones, desde una perspectiva era pura ansiedad, desde otra era la confortabilidad que produce la compañía de verdaderos hermanos, pero desde la luz de la verdad diría que Dios viajó a Manta para decirnos que nos apoya en todo, pero que las cosas no serán fáciles, pues, querer apaciguar el ego propio para que surja el espíritu es tarea de titanes. Los ejercicios espirituales de San Ignacio no solamente nos enseñan como conocer íntimamente al espíritu sino que a través de ello nos enseñan cómo comprender nuestras pasiones, nuestra mente y nuestros comportamientos. Solamente comprendido todo aquello que nos hace infelices es posible ser más para servir mejor, caso contrario es hipocresía y vanidad.

La lucha entre el buen espíritu y el mal espíritu no es más que la permanente controversia ego/espíritu. Cuando el espíritu es grande el ego es pequeño y controlado, cuando el ego es grande y dominante el espíritu es casi imperceptible, los dos tienen razón de ser y existir. El ego maximiza los intereses estrictamente individuales en tanto que el espíritu maximiza los intereses colectivos. El ego representa la competencia extrema, en cambio el espíritu representa la cooperación constructiva. El ego nos hace sufrir porque nos creemos el centro del universo y queremos todo para nosotros, esto es, poder, placer y dinero o sus afinadas expresiones: fama, fortuna, sexo. El ego no se sacia jamás, exige y exige, esa es su razón de existencia pues, fue creado para que logremos la supervivencia.

El discernimiento al estilo de San Ignacio, para ser efectivo necesita que tomemos total conciencia de la manifestación y del dominio sobre nuestras vidas de la dupla ego/espíritu, en cada instante no solo al nacer o al morir el día, permanentemente debemos darnos cuenta de la manifestación de estas dos fuerzas. Solamente si el espíritu tripula nuestras vidas, incluso el ego sale beneficiado, mientras que a la inversa es la destrucción del hombre.

Una sola Teoría no puede contener todas las verdades, por ello, he establecido el marco teórico en el que voy a intentar con la pobreza de las palabras transmitir la riqueza de las vivencias del día mundial en Manta.

Los jóvenes cevequianos cuya naturalidad y alegría de vivir nos contagia a aquellos que estamos metidos en esta vida vacía, en esta sociedad que cuando tiene todo se siente desgraciada y cuando no tiene todo añora desesperadamente los bienes que traen más vacío. Estos jóvenes son en quienes creemos, estamos convencidos que ellos deben guiar los nuevos derroteros de la CVX nacional y mundial: crecimiento, evangelización, justicia, e igualdad.

Al estilo de Tony de Mello o John Powel intentaré justificar los párrafos anteriores que no son más que una fotografía del día mundial que llevaré en mi conciencia profunda.

  1. Eran las 10 de la noche de un viernes como tantos, Alberto Dávila , nos deseaba buen viaje. A los 10 minutos de iniciado el trayecto, Santi muy acertadamente nos hizo rezar para poner en manos de Dios nuestro día mundial. Yo mundano, esperé que circulara algún licor barato en el bus, pero por supuesto estaba equivocado una vez más, luego esperé que cantaran, eso tampoco ocurrió. Es necesario entender que se trataba de un legítimo retiro espiritual.
  2. Cansados y con sueño a las 7 am del día sábado ya en Manta veíamos la casa de San Pedro Claver, nos olvidamos de todo el ajetreado viaje y algunos corrimos a la playa antes de iniciar el desayuno. Los viajantes aéreos llegaron a las 8.30, cuando ya terminábamos de saborear el pan y los huevos fritos, aunque teníamos hambre, todo se suspendió para darles la bienvenida, por ello, tengo que reconocer que nuestro grupo estaba incompleto sin los amigos, conocidos o hermanos que llegaron de Quito y Guayaquil.
  3. Los compromisos en esa monumental iglesia de la Merced era el plato fuerte, los cinco comprometidos que siempre estuvimos juntos y apoyándonos tuvimos vergüenza de pasar al altar mayor de la iglesia para explicitar nuestra elección, sin embargo, llegó el momento y pasamos de uno en uno ante la mirada de los seis jesuitas que celebraban la eucaristía y de más de 300 mantenses. Yo vi lágrimas de felicidad de una cevequiana, que más que yo mismo sentía la gracia de Dios esa noche, como soy un cobarde esperé al otro día para decirle simplemente gracias, jamás le dije que rece por ella en la madrugada.
  4. Como hombre ocupado y con afanes terrenales, me impresioné por la utilidad en mi vida de la presentación sobre liderazgo al estilo ignaciano genialmente sustentada por Isabel Andrade. Tiene razón Isabel, San Ignacio nos dejó un tesoro a través de sus ejercicios espirituales.
Edward Jiménez

2 comentarios:

  1. Edward:
    Mil gracias por tus sentimientos y experiencia del día mundial.
    La solemnidad de ceremonia de los compromisos la llevaremos por siempre.
    Con eespecial afecto
    Alberto Davila

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  2. Una buena reflexión y un bonito compartir que transmite todas las vivencias del Día Mundial Manta-2007...quedan muchos retos individuales y comunitarios para todos...a pedir bendiciones y luz del cielo para continuar...

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